
En la vida, para obtener algo, siempre hay que sacrificar algo, ya había olvidado esa ley no escrita en la vida.
Pero la vida misma fue la que me hizo recordar esta su ley en base a hechos.
Y es que en nombre del amor y por convicción propia, entre a una batalla del corazón, y aunque sabia que mis probabilidades de triunfar eran casi nulas, también sabia que en base a tenacidad, actitud, detalles, comprensión, cariño y respeto, podía revertir la situación y asi llegar a tan anhelado objetivo.
Fue por eso que en medio de esta batalla, deje de ver, sentir y valorar a hermosas personas, lindas situaciones y justos momentos, no me arrepiento por que dentro de mi batalla, vivi momentos increíbles, situaciones inolvidables, vivencias llenas de magia, pasión y deseo.
Soy un tipo que nunca se ha rendido y no lo hare nunca, no me importa el precio que tenga que pagar por esto, la decisión que tome no fue una rendición, simplemente creo que llegan los momentos en los que no vale la pena seguir luchando por ciertas situaciones y/o personas.
Como son las cosas, gracias a esta decisión hoy puedo sentir, saborear, valorar y disfrutar a todas esas personas, que hoy forman parte de mi, de mi vida, de mi mundo.
Gracias por siempre estar ahí.
Les quiero con todo.
Cava.