AMAR.
En ocasiones duele amar, pero vale la pena tomar el riesgo, duele amar a alguien y no ser correspondido, pero lo que es más doloroso, es amar y no tener el valor suficiente para decirle a esa persona lo que sientes.
Tal vez dios y/o la vida quieren que conozcamos a unas
cuantas personas antes de conocer a la persona correcta, para que al fin cuando
la conozcamos, sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo: ¿Y como
saber cuándo llega la persona correcta...?
Porque no me negaran que una de las cosas más tristes de la
vida es cuando conoces a alguien que significa todo, es la persona que
esperabas y todo para que al final te des cuenta de que no era para ti y la tienes
que dejar ir o echarte a correr que es lo mismo.
Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra puerta se
abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo aquella puerta que se cerró que
no vemos la que se ha abierto frente a nosotros.
Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo
perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado
perdiendo por estar con la persona equivocada, pensando que es la correcta ¿o
no...?
El darle a alguien todo tu amor no significa que te amara también
pero no esperes que te ame, solo espera que el amor crezca en su corazón, pero
si no crece, se feliz porque creció en el tuyo y obviamente desecha a esa
persona ya que nunca valorara ni tus actos ni tus sentimientos.
Hay cosas que nos gustaría escuchar y que nunca lo haremos de
la persona que nos gustaría que las dijera, pero no seamos tan sordos como para
no escucharlas de aquellas personas que las dicen desde el fondo de su corazón.
El amor llega a aquel que espera, aunque lo hayan decepcionado,
a aquel que aun cree, aunque haya sido traicionado, a aquel que todavía
necesita amar, aunque haya sido lastimado y a aquel que tiene el coraje y la fe
para construir la confianza de nuevo.
El principio del amor es dejar que aquellos que conocemos
sean ellos mismos y no tratarlos de cambiar a nuestra propia imagen, porque
entonces solo amaremos el reflejo de nosotros mismos en ellos.
En ocasiones duele amar, pero venimos a este mundo a amar y
ser felices ¿o no...?
Además, como lo hemos disfrutado y lo que nos falta ver,
conocer y sentir.
CAVA.