
Cuando las hojas secas caen de los árboles en otoño, el árbol queda desnudo, si alguien lo viera sin saber que reverdecerá en primavera, pensaría que está muerto.
Todos pasamos por esos momentos en los cuales nos quedamos desnudos, por haber fracasado en el amor, en el trabajo, por perder a un ser querido, por alguna decepción, por dificultades económicas, una enfermedad, un accidente etc.
Por eso nunca debemos olvidar el ejemplo que nos regala la naturaleza y vivir armoniosamente como ella, sabiendo que cuando menos lo esperemos, llegaran nuevamente las hojas, las flores y los frutos.
Cuando te encuentres desnuda, no desesperes, no pierdas la fe, pon fuerza, actitud e intensidad a tu vida, recuerda siempre que cuando una puerta se cierra hay muchas otras que se abren y que el secreto consiste en apartar la vista triste de esa puerta cerrada y llevarla a las otras.
Es ahí, es así, como se empieza a ver la luz al final del túnel y el árbol comienza a reverdecer nuevamente.
No te rindas, tu siempre puedes…!¡!
Un beso grande.
Cava.