Mirando a las estrellas me di cuenta, que
en cada una de ellas existe un paraíso, mirándolas descubrí la infinidad de
cosas que perdemos, ellas que están allá, tan lejos de este mundo, al menos
sobreviven con su pequeño brillo y nosotros, tan llenos de momentos, nos
sentimos morir cuando algo se termina.
Hoy sin pensar vi volar una estrella en su
gran mundo, la vi volar sin rumbo y la noté perdida, me di cuenta de que a
veces no solo en este mundo existe soledad, que ellas también la sienten, como
cualquier persona, pero al menos siguen brillando, buscando una razón para
salir de ella.
En cambio, nosotros pensamos que estar
solos es el fin de la vida y no nos damos cuenta de que a veces la soledad nos
ayuda a encontrar respuestas que no estaban, mirando las estrellas pude ver que
la felicidad llega en cualquier momento, que todo se termina en este mundo,
hasta lo más hermoso y también lo más doloroso.
Hoy mirando una estrella sentí el calor del
amor que se fue y descubrí que en ella están los sueños, los besos y aquel
tiempo que se perdió algún día.
Comprendí que el amor tiene un millón de
vueltas, que a veces nos sorprende, nos da felicidad y a veces dolor, mirando
una de ellas crecí un poquito más, aprendí a sonreír y a ver la realidad.
Mirando una de ellas pude ver la verdad,
que no sirve el orgullo cuando existe amistad, que no sirve llorar cuando un
amor se va, que no vale la pena aprender a callar, que no existen fronteras
cuando tenemos vida y que aprender a vivir, es lo mejor que podemos hacer.
Cava.
2 comentarios:
tan exquisto me encanto pasar a leerte
un gusto enorme saborear tan hermoso escrito
que sin duda alguna deja mucho para pensar
Muchas gracias Sussy, un placer tenerte por acá.
Saludos, buen día.
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