EXPLOSIÓN
Siempre hubo
miradas distintas, siempre hubo esos juegos de conquista y al final terminábamos
riendo, siempre caminábamos abrazados, siempre te sentabas en mis piernas
cuando no había lugar, siempre fui tu pareja en bodas y xv años, tu también la mía,
siempre nos buscábamos cuando algo andaba mal en nuestras vidas o con nuestras
parejas, siempre nos ayudábamos, nos escuchábamos, nos comprendíamos.
Esta vez la
vida nos tenía algo deparado, créeme que así lo presentí desde el momento, en
que te vi llegar, con cola de caballo, dejando ver esas arracadas plateadas,
blusa blanca, jeans, chamarra de cuero negra y ese aroma muy tuyo.
Un beso el
primero entre nosotros, el primero de esa noche fue el que abrió las puertas
del deseo y la pasión; tus labios se apoderaron de mí, mientras te quitaba la
blusa, lentamente botón a botón, para entonces estábamos recostados en la cama,
los besos seguían descargando la pasión y el deseo comprimidos.
Te quité los
jeans con calma, despacio, disfrutando el momento, entonces estando de pie,
pude verte recostada en ropa interior, eres una diosa, eres perfecta.
Una vez
afuera la ropa interior bese cada centímetro de tu piel, esa piel
deliciosamente blanca y suave, mis labios perdieron la razón en tu cuello, en
tu pecho, pierna y entrepierna, mientras el olfato experimentaba un orgasmo
provocado por ti, por tu aroma.
Nuestras
manos no obedecían ordenes, iban y venían, sentían, exploraban al igual que
nuestras bocas, entonces entre besos, caricias, posturas, deseo, sudor, gritos,
quejidos, tu lengua, la mía, fue que llegamos a una explosión de pasión, de
sentimientos, de deseo y hasta lujuria.
Nuestros
cuerpos cayeron como desmayados, nuestras mentes se detuvieron unos segundos,
minutos después reíamos abrazados fumando el mismo cigarrillo sin saber qué es
lo que pasara de ahora en adelante.
CAVA.
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