UNA AVENTURA.

 

-He pensado que podríamos ir a un lugar más íntimo, donde estemos solos los dos, tú, yo y nada más.

 

Te lo dije con la mayor naturalidad, como si ambos estuviéramos acostumbrados a ello, como si nos conociéramos de hace mucho, como si fuera la cosa más normal del mundo, como si no hubiera entre los dos esa barrera infranqueable por habernos conocido esa misma noche.

 

Tu no habías pensado lo mismo, incluso creo que sentías algo de miedo, todo te parecía demasiado extraño, como si le estuviera pasando a alguien más, tu mirada lo demostraba, parecía que de repente tu vida pasaba a ser parte de una extraña película, que jamás te hubieras atrevido a imaginar.

 

¿No quisiste mirarme solo preguntaste, que clase de lugar?

Como si no lo supieras, creo que intentabas engañarte a ti misma, imaginar que habías entendido mal, pero no, un hotel, te respondí.

 

Una parte de ti se negaba a creer lo que acababa de escuchar mientras la otra sin recato alguno gritaba, ¡si!

 

No dijiste nada, seguimos disfrutando de la fiesta de nuestra amiga en común, bailamos algunas veces sin volver a tocar el tema, hasta que nos encontramos en la barra, fue entonces cuando me dijiste, ¿nos vamos?

 

Ya estábamos ahí, desnudos, abrazados, en esa cama muda y silenciosa que nos miraba susurrante, abierta a contener nuestros cuerpos presos del deseo, a ser parte de una más de las historias de encuentros deliciosamente fugaces que terminan con el amanecer.

 

Nos quisimos sabiendo que no habría mañana y nos amamos haciéndonos uno, en un beso fundido, para dejarnos después y no volver a encontrarnos.

 

PROPUESTA.

Te tengo una propuesta, ven siéntate junto a mí, tomemos un poco de vino.
 
Quiero reflejarme en tus ojos mientras pongo mis cartas sobre la mesa, no quiero malentendidos, ni confusiones, quiero que te robes mi pasado y lo escondas en un lugar donde no pueda encontrarlo, llévate este peso que me impide volar cuando estoy a tu lado toma mi mano, libérame.
 
Mi presente es para ti, envuelto en papel de colores con un enorme moño color rojo, no lo necesito si no tengo con quién compartirlo, lo ¿quieres?
 
Pero lo que no entra en negociación es mi futuro, nunca nadie podrá quitarme el deseo de arriesgar siempre, la curiosidad por saber que hay detrás de esa puerta llamada futuro, aun sabiendo que puede ser algo desagradable.
 
No importa que pueda ser malo, aún tengo un par de curitas para decepciones guardados en mi cartera.

        Que dices, ¿aceptas el reto que implica conocerme?

Cava
 

 

PARA TI, QUE ESTAS ALLÁ AFUERA.

 

Nadie te ve como yo, porque no se trata solo de mirarte, se trata de contemplarte.

 

Vas por la calle y más de uno te voltea a ver, estoy seguro, pero solo ven la envoltura, como podría alguien no voltear a verte, tan bella, cada parte de tu cuerpo es tan perfecta, todo en ti está en armonía, toda tu eres encantadora.

 

Recuerdo todas las veces que te he encontrado y al mirarte, he sentido dentro de mí el deseo de tenerte cerca, de abrazarte, de besarte, de sentirte mía y sentirme tuyo, de liberar esta pasión contenida que llevo dentro.

 

Quizá un día, el menos pensado, como suele pasar cuando esperas tanto que algo suceda, despertaremos abrazados pensando en todo y en nada, tú en mí y yo en ti, en construir un futuro juntos y trabajar día a día, para así construir algo grande, portentoso.

 

Y entonces, sentiremos que no hay más momento que ese, en el que tú y yo al fin le encontramos sentido a todo lo que vivimos para llegar hasta ahí, sabremos que el futuro no importa, nos enfocaremos a nuestro presente y lo disfrutaremos como nadie.

 

Yo no me conformo con la envoltura, gracias a las pláticas que he tenido contigo, me he percatado de que la mejor parte está en el interior, ese interior tuyo que nadie posee, esa tristeza que nadie ve, todo ese amor y esa pasión contenida en ti, esperando el momento justo de ser conquistada, ¿quién podrá hacer despertar en ti el deseo de ser conquistada?

 

Como expresar toda la ternura, el temor, el deseo, el cariño, todo esto que siento dentro y que además me encanta sentirlo.

 

Hay ocasiones, en que las palabras no son necesarias, pero hoy, hoy tengo que decirlas:

No quisiera dejarte ir nunca.

Cava.