Miradas cómplices, sonrisas con doble sentido, palabras nuevas, frases personales, abrazos sinceros, encuentros inusuales, casuales, pero auténticos.
Rodeados de almas, descubrimos el brillo de la materia de la que está formada una persona, por casualidad, nos encontramos con alguien con una afinidad increíble o tal vez con alguien tremendamente diferente que nos resulta fascinante al igual que el proceso de aprendizaje de su mundo.
Re-descubrimos actitudes, sentimientos y pensamientos de quienes están a nuestro lado, de conocidos, de amigos, compartiendo momentos que resultan en cambios drásticos de cariño hacia esas personas, convirtiéndose en alguien especial, esencial.
Almas necesarias, indispensables, aunque no sea de forma física, a veces tan solo en forma de pensamiento.
Aparecen en nuestros días personas increíbles, algunas pasan por nuestra vida de forma efímera pero dejando huellas imborrables, otras llegan con fuerza creando una adicción sana, otras se asoman con calma, permitiéndonos saborear la magia que desprenden.
Encuentros especiales que nos aportan la alegría de seguir caminando, con una sonrisa y con la sensación de estar en el momento adecuado y en el sitio correcto en medio de un universo de azar y casualidades.
Si tu estas leyendo estas líneas es por que eres una persona muy especial para mi, gracias por permitirme ser parte de tu vida, gracias por haberte cruzado en mi camino.
Un beso.
Cava.
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