A TI.
A ti, que entraste a mi vida sin darme cuenta.
A ti, que me regalas el placer de recordar un beso
apasionado.
A ti, que provocas deseos en mi con solo recordar el sabor
de tus labios.
A ti, que eres la imagen de la atracción sin convertirse en amor.
A ti, que me permites acariciar tu rostro mientras mi mente
piensa: ¿en qué momento sucedió todo esto?
A ti, que despiertas mis más profundos deseos con el delicioso
olor de tu piel.
A ti, que sin pertenecerme te he sentido tan mía por solo algunos
justos momentos.
A ti, tendría tanto que decirte, pero hoy solo te digo
gracias por haberme regalado esos momentos que me hacen recordar el hombre que
soy.