miércoles, octubre 22, 2025

ACEPTACIÓN.



Cuando nos miramos en el espejo con honestidad y aprendemos a aceptarnos por lo que realmente somos, ocurre algo profundo: la necesidad de buscar validación externa o de ejercer poder sobre los demás comienza a desaparecer.

 

Esta intimidad con quienes realmente somos fortalece nuestra base interior, nos devuelve la seguridad que a veces buscamos fuera de nosotros mismos.

 

La autoaceptación es un acto de coraje, una decisión de no ser tu propio enemigo, no luchar batallas internas innecesarias.

 

Es abrazar lo que somos, con todas las imperfecciones y singularidad, y decir: "Yo soy suficiente.

 

 "Porque, al final, el mayor desafío en la vida no es ser perfecto, sino amar quién eres con bondad.

 

 Y justo después, viene el segundo desafío: ser feliz con lo que tienes, viviendo con un corazón lleno de gratitud.

 

A medida que maduramos, aprendemos a vernos con una visión más realista, sin las ilusiones que antes nos cegaban.

 

Aceptamos más, sufrimos menos entendemos más, desesperamos menos. Amamos más, pero suavemente, sin exigir que la vida u otros nos llenen.

 

Y cuando finalmente aceptamos lo que somos, con todo lo bueno que hay y todo lo que aún hay que trabajar, algo mágico sucede: nos volvemos más aceptando a los demás.

 

Aceptarse a uno mismo es el primer acto de amor que abre la puerta a una convivencia más ligera, genuina y empática. Después de todo, la aceptación comienza dentro de nosotros, pero se hace eco del mundo.


 

No hay comentarios.: