viernes, septiembre 18, 2015

LA ESCUCHE DECIR TE AMO.





Yo sé que en verdad me quiso, la escuché decir te amo, lo escuché de su boca con la claridad de su voz, cuando la abrasé y acaricié con mis dedos su cabello, sus mejillas, nos fundimos en un beso, un beso grande, hermoso, portentoso, pareciera que no queríamos separarnos nunca más, fue justo ahí cuando pude escuchar un lejano "te amo", lejano, pero mío. 

Lejano pero profundo, tierno, verdadero, nada quedó mejor que el silencio como respuesta y nos seguimos amando, mi boca besando su boca, mordiendo sus labios, llegando a su cuello, sus hombros, sus brazos, su pecho desnudo. 

Mi mirada recorriendo toda su anatomía, enloquecida por aquel orgasmo visual lleno de pasión, deseo, ternura, amor, entonces nuestras miradas se encontraron y se prometieron estar juntas siempre. 

Mis manos muy despacio tocando su cuerpo tan bello, tan dulce, aromático, su cabello alborotado, su torso desnudo, su espalda, sus piernas, su sexo, todo era delicado, perfecto e imperfecto. 

Una mujer, una diosa, un diablo, un ángel, pureza y maldad. 

Mi boca besando su cuerpo, mis manos recorriendo su piel, mi alma fundida con la suya, demasiados besos, demasiada embriaguez... 

Cava.

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